Peligro, arsénico: los alimentos que lo contienen en mayor cantidad

Pese a que el arsénico en un metal tóxico que puede tener importantes efectos sobre la salud, es habitual que lo consumamos a través de los alimentos. De hecho, son varios los alimentos que contienen arsénico en altas cantidades, por eso es conveniente ser conscientes y, en los casos en los que sea posible, tomar precauciones para minimizar sus efectos.

El arsénico puede estar presente en los alimentos bien de forma natural, bien como resultado de la contaminación ambiental, por eso habrá que tener siempre en cuenta el origen de los mismos y tratar de evitar los alimentos que hayan sido cultivados en un entorno especialmente expuesto a tóxicos como el arsénico, el mercurio o los pesticidas.

Pero independientemente del grado de contaminación ambiental, hay alimentos que contienen de forma naturalmente presente ciertos niveles de arsénico, por lo que es necesario tenerlo en cuenta a la hora de limitar su consumo, especialmente en el caso de la población especialmente vulnerables, como los bebés y niños menores de cinco años, las mujeres embarazadas o personas con una patología subyacente.

Así, los alimentos que contienen arsénico en mayor cantidad son:

Arroz: el arroz es uno de los alimentos que más comúnmente contiene arsénico, ya que este metal puede filtrarse en el agua de riego y acumularse en las raíces de las plantas. En este sentido, cabe destacar que la versión integral, al presentarse de forma menos procesada, contiene todavía una mayor cantidad de arsénico que el arroz blanco.

Uvas: su método de cultivo, muy dependiente también del agua, provoca que sea una de las frutas con mayor contenido de arsénico. Hay que cuidar en este caso también sus derivados, como serían los jugos de uva o el mosto.

 Verduras crucíferas: las coles de bruselas en mayor cantidad, pero también el brócoli, la coliflor o la col rizada se ven afectadas por niveles de este metal pesado nocivo para la salud.

Mariscos y bivalvos: especialmente si la cocción no es la adecuada –muchos de ellos, como las ostras, se consumen incluso totalmente crudos- estos alimentos son susceptibles de contener cantidades relevantes de este tóxico.

Vino y cerveza: en el caso del vino, al ser un derivado de la uva –que ya hemos señalado que lo contiene en ciertas cantidades- se entiende la presencia de arsénico, que también se da en la cerveza, elaborada a partir de cebada. No solo por la que pueda presentar este cereal, sino también por los elementos que se utilizan para su filtrado.